Nuestra vida gira alrededor de los medicamentos, desde que nacemos hasta que morimos estamos atados a esta circunstancia, basta ver como los bebés recién nacidos salen de la clínica con un gotero con acetaminofén.
Estamos tan acostumbrados a los medicamentos que todo lo queremos solucionar con una cápsula, los jóvenes buscan estimulantes sexuales, existe la píldora del día después para quienes no planifican, para la resaca hay varios productos que "alivian" los síntomas, para bajar de peso queremos una píldora que no nos coloque a dieta, incluso hasta el acné, una situación propia de la edad, se vende como una enfermedad para la cual hay medicamentos.
Esta situación nos genera un gran reto como profesionales de la salud expertos en productos farmacéuticos: Orientar al paciente y a la comunidad para utilizarlos adecuadamente.
En la actualidad la Farmacia gira alrededor de la venta de los medicamentos, estoy ha causa una explosión de cadenas de supermercados con farmacia al fondo, muchos de cuyas empresas son además productoras de medicamentos que tienen claro que el negocio es vender, no importa si quien lo hace está preparado para ejercer como farmacéutico.
Pero no es solamente la Farmacia el sitio donde se adquieren medicamentos, pese a que en algunos países han intentado prohibir la venta de medicamentos fuera de las farmacias, la población está tan acostumbrada a utilizarlos que cae con facilidad en el mercado negro.
Observemos el caso Colombiano.
1. Desde 1974 se permite la dirección de las Farmacias a personal sin ninguna formación académica, para diferenciarlo de las que son manejadas por profesionales se les denomina Droguería, lo preocupante es que representan más del 80% del mercado ambulatorio. A esto se suma el hecho de que en cualquier Droguería se puede comercializar cualquier tipo de productos, incluso estupefacientes, ya que el control es prácticamente nulo.
2. En el 2005 se dejó una ventana a la comercialización de medicamentos de venta libre, la cual se interpretó como libre al sitio de venta, eso ha causado que se puedan obtener en tiendas, supermercados, incluso hasta en cantinas y restaurantes.
3. Los comercializadores utilizan los medios de comunicación y el internet como su mejor vitrina de venta, no es raro ver la promoción de productos OTC con todas las indicaciones de uso, también se observan programas de televisión y radio tras el escudo de programas de salud ofertan productos, hay promoción en las revistas e incluso hay una línea "naturista" que se vende por catálogo, lo mismo ocurre en los gimnasios donde además se administran por vía parenteral.
Pero hay un riesgo permanente en Latinoamérica: el consejo del vecino, del amigo, del familiar.
La falta de cultura sobre el uso adecuado de los medicamentos ha convertido a las personas en médicos que formulan a partir de su experiencia, incluso le dan muestras de productos que tienen en la casa a sus amigos y familiares.
Si queremos evitar que esto ocurra debemos enfocarnos en comunidad, las autoridades solo vigilan los establecimientos declarados como Farmacias, pero no hay quien vigile la venta en otros lugares donde con facilidad se comercializan productos fraudulentos o adulterados.
¿Porque no realizar campañas en nuestro sector para informar a la comunidad?, si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
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